Susana de la Puente Wiese: liderazgo, arte y visión empresarial con impacto cultural
Hablar de Susana de la Puente Wiese es adentrarse en la vida de una mujer que ha sabido construir un perfil único en América Latina y Europa, combinando con
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maestría finanzas internacionales, diplomacia, coleccionismo de arte, emprendimiento cultural y proyectos de impacto social. Su nombre se asocia con la excelencia, pero también con la capacidad de tender puentes entre mundos que suelen caminar separados: la banca y el arte, la inversión y la educación, la tradición y la innovación.
Lo que hace especial a Susana de la Puente no es solo la diversidad de ámbitos en los que se desenvuelve, sino la coherencia con la que los conecta. Su carrera y sus proyectos empresariales muestran un hilo conductor claro: la creación de valor sostenible con impacto social y cultural.
Trayectoria profesional en finanzas
La primera gran faceta de Susana de la Puente se consolidó en el terreno de la banca de inversión internacional. Formada en la Universidad del Pacífico y en Arthur D. Little School of Management en Boston, inició su carrera en J.P. Morgan, Nueva York, en 1984.
Con el paso de los años, ascendió hasta convertirse en vicepresidenta y managing director para América Latina, desde donde lideró operaciones que marcaron la historia financiera de la región. Entre ellas:
La primera emisión de Eurobonos de una corporación latinoamericana (Cemex, 1989).
La colocación de bonos soberanos de Venezuela en 1999.
La primera oferta pública inicial (OPI) de una empresa peruana en la Bolsa de Nueva York.
Estas operaciones no solo posicionaron a Susana de la Puente como una de las banqueras más influyentes de América Latina, sino que también le permitieron comprender la importancia de las estructuras financieras innovadoras para abrir mercados y generar confianza internacional.
Lo que hace en esta área no es únicamente asesorar o ejecutar transacciones; su sello ha sido siempre crear precedentes, ser pionera y abrir camino para que otros actores latinoamericanos tengan acceso a mercados globales.
Diplomacia y representación del Perú
En 2017, tras décadas en las finanzas, dio un giro a su vida pública al ser nombrada embajadora del Perú en el Reino Unido. En ese rol, también ejerció como representante ante la Organización Marítima Internacional (OMI).
Su gestión estuvo orientada a reforzar la imagen del Perú como un país confiable, innovador y abierto al mundo. Aunque su periodo diplomático fue relativamente breve (2017-2018), dejó en claro que podía aplicar su visión estratégica y su experiencia internacional al servicio del Estado, combinando política exterior y promoción de la identidad nacional.
Impulsora de proyectos educativos y sociales
Más allá de los cargos formales, Susana de la Puente dedica gran parte de su tiempo a iniciativas de educación e inclusión social.
Es socia fundadora de Futura Schools, una red educativa peruana que busca democratizar el acceso a una enseñanza de calidad.
Dirige la empresa de impacto social Lumni, que financia educación superior bajo un modelo innovador de pago según ingresos futuros.
Colabora con organizaciones como Laboratoria, que forma a mujeres jóvenes en programación y tecnología, conectándolas con oportunidades laborales en la industria digital.
Participa en fundaciones como CARE Perú y en proyectos comunitarios enfocados en educación, inclusión y desarrollo sostenible.
Lo que hace en este ámbito no es filantropía asistencialista, sino inversión social estratégica. Su visión es que el capital humano es la base del progreso y que la educación debe financiarse con modelos sostenibles, replicables y de largo plazo.
El arte como motor empresarial y cultural
Otra de las áreas en las que Susana de la Puente ha dejado huella es el arte contemporáneo. Es una de las coleccionistas peruanas más reconocidas internacionalmente, con una visión clara: el arte no debe entenderse solo como objeto de lujo o inversión, sino como un puente de diálogo cultural y una plataforma de identidad nacional.
En entrevistas, ha insistido en que el mercado del arte ha dejado de ser puramente especulativo para transformarse en un ecosistema más profesional y democrático. Para ella, coleccionar significa apoyar artistas, impulsar galerías y fomentar la circulación de ideas.
Es miembro de directorios de museos como el Museo de Arte de Lima y el Museo del Barrio en Nueva York, y ha participado activamente en bienales, ferias internacionales y proyectos curatoriales.
El emprendimiento cultural como proyecto empresarial
Su rol como empresaria cultural se plasma en iniciativas como Hotel B, que aunque no es su única empresa, sí resume su manera de hacer negocios:
Rescatar patrimonio arquitectónico.
Convertir un hotel en un espacio cultural vivo.
Reunir a artistas, coleccionistas y viajeros en un mismo entorno.
Usar el turismo como plataforma de proyección cultural del Perú.
Para Susana, lo especial no está en administrar un hotel, sino en gestionar un concepto empresarial donde el arte es el núcleo del modelo de negocio.
Valores diferenciales en su forma de trabajar
Si se observan en conjunto los ámbitos en los que actúa —finanzas, diplomacia, educación, arte y cultura—, se pueden identificar los rasgos que hacen única a Susana de la Puente:
Visión global con raíces locales: actúa en escenarios internacionales, pero siempre con la identidad peruana como bandera.
Innovación constante: sus proyectos buscan abrir caminos nuevos (Eurobonos, educación financiada por ingresos futuros, hoteles culturales).
Impacto social real: mide el éxito no solo en términos económicos, sino también en el efecto transformador que generan sus iniciativas.
Conexión entre sectores: no ve muros entre finanzas y arte, o entre negocios y educación, sino sinergias que pueden potenciarse mutuamente.
Gestión sostenible: impulsa proyectos con vocación de permanencia, evitando modelos especulativos o de corto plazo.
¿Qué hace hoy Susana de la Puente?
Actualmente, su labor se centra en tres grandes frentes:
Como empresaria cultural y coleccionista, sigue expandiendo su influencia en el mercado del arte, apoyando a creadores latinoamericanos y promoviendo la proyección internacional del arte peruano.
Como emprendedora social, lidera y acompaña proyectos que financian educación, forman talento digital y fortalecen la inclusión de jóvenes.
Como referente internacional, participa en foros, directorios y consejos asesores que buscan articular finanzas, cultura y desarrollo sostenible.
Conclusión: una empresaria que ofrece más que negocios
Lo que Susana de la Puente hace con su trabajo no puede reducirse a un único sector. Ella ofrece experiencias transformadoras, tanto en el arte como en la educación y las finanzas. Sus empresas y proyectos son vehículos para crear puentes entre el Perú y el mundo, entre el talento emergente y las oportunidades globales, entre la tradición cultural y las exigencias de la modernidad.
En definitiva, lo que tiene de especial es su capacidad para demostrar que el liderazgo empresarial puede ir de la mano con el compromiso social y la promoción cultural. Su marca personal no es solo la eficiencia financiera, sino la convicción de que los negocios deben dejar huella en la sociedad y en la cultura de los países.