Aunque las opiniones de los clientes conducen a más clientes nuevos, mayores ingresos y más visibilidad en Google, todavía hay un gran número de empresas que no están totalmente de acuerdo con este enfoque del marketing. Creen que al distanciarse de las plataformas de reseñas de clientes, pueden descartar automáticamente las opiniones de los consumidores. Pero la verdad es que los productos y servicios se revisan en línea, les guste o no a las empresas. Plataformas como yelp.com recopilan automáticamente información sobre las empresas a partir de directorios y crean páginas en las que los clientes pueden dejar valoraciones y reseñas por su cuenta. Estas valoraciones acaban en Google y pueden hablar bien de una empresa o sugerir a los consumidores que se alejen de ella, todo ello sin que la empresa tenga que mover un dedo. El problema de dejar que las opiniones y valoraciones se gestionen por sí solas es que la imagen pública de la empresa queda definida por un puñado de opiniones. Cuanto menor sea el número de opiniones recibidas, mayor será el impacto de cada una de ellas en la calificación general de la empresa.
Los clientes insatisfechos son mucho más propensos a expresar sus opiniones sobre productos y servicios en línea que sus homólogos satisfechos. Recoger activamente las opiniones de los clientes puede ayudar a crear una imagen mucho más equilibrada de una empresa y también puede motivar a otros clientes a dejar sus propias opiniones. Según un estudio de
Bright Local, tres de cada cinco consumidores recomiendan a otras personas empresas con las que tienen una opinión positiva, una buena razón más para ser proactivo a la hora de recoger las opiniones de los clientes y mejorar su
índice de recomendación. La búsqueda activa de opiniones y valoraciones de los clientes puede ayudar a las empresas a evitar que se generen malas reputaciones y se pierdan ingresos. También les pone en situación de hacer frente a las críticas y mejorar sus productos y servicios.
Sin embargo, es importante que el proceso de revisión sea lo más sencillo posible. Los clientes no deberían tener que registrarse con una cuenta para dejar su opinión, y la interfaz debería ser fácil de entender y utilizar (por ejemplo, un sencillo sistema de estrellas de clasificación). En el blog de
ProvenExpert hay una lista de formas sencillas de recoger las opiniones de los clientes:.